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Actualmente nos encontramos con una creciente población infantil y juvenil que presenta problemas de aprendizaje y que comparten problemas en el desarrollo sensoriomotor. Estos niños nunca han manifestado problema alguno en su infancia, pero comienzan a fallar a partir del inicio en lectoescritura.
En ATEMDI entendemos que el modo de vida actual, con elevadas exigencias temporales, nos ha llevado a descuidar el desarrollo sensoriomotor de nuestro hijos. Estos déficits, previos al desarrollo de la psicomotricidad determinan la distribución de las funciones cerebrales y no son evidentes en los primeros estadios de la vida. El problema viene después, al aumentar el nivel de exigencias académicas, surgen problemas a la hora de organizar el tiempo y el espacio, que se reflejan en la atención, la motivación y muy especialmente en el rendimiento académico una vez iniciada la lectoescritura.
Con nuestros programas de intervención centrados en procesos de desarrollo sensiomotor y de habilidades cognitivas básicas (Orientación espacial, comparaciones, clasificaciones, relaciones, percepción y discriminación analítica, razonamiento deductivo, progresiones numéricas, memoria de trabajo, lectura comprensiva y técnicas de estudio), buscamos:
Mejorar los resultados académicos de los niños.
Disminuir el fracaso escolar .
Evitar trabas futuras y garantizar que nuestros hijos se desarrollen plenamente, permitiéndoles manifestar todo su potencial.
A partir de los 6 años acaban los apoyos directos que la administración pone a disposición de las personas con problemas neurológicos. Evidentemente, esto no significa que su situación ya no sea susceptible de intervención y de mejora, por lo que ATEMDI oferta sus servicios como Centro de Neurodesarrollo privado.
En edad juvenil y adolescente, estos problemas interfieren directamente en la escolarización, siendo sinónimos de fracaso escolar. En adultos, la problemática neuronal se vincula a problemas laborales, emocionales y sociales.